El secretario de Hacienda concurrió ayer a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para explicar cómo ha operado el SIPCO ante las recientes alzas de las bencinas.
El ministro de Hacienda aseguró este lunes ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados que el Fisco ha gastado hasta ahora US$90 millones para subsidiar los precios de los combustibles, al tiempo que desestimó proposiciones para eliminar o rebajar el impuesto específico.
El ministro Felipe Larraín concurrió a la comisión especializada para debatir con los parlamentarios acerca de los efectos económicos de los aumentos de precios en los combustibles y el rol que ha cumplido el SIPCO durante el último año.
En su presentación, el secretario de Estado afirmó que Chile sufre las mismas alzas que sufre el resto del mundo y explicó que los altos precios se deben a razones geopolíticas y a un crecimiento de la demanda mundial de crudo que se da en un contexto de oferta limitada. En ese sentido planteó la conveniencia de adaptarse a estas variaciones permanentes de los valores internacionales porque Chile es un importador neto de este commodity, ya que debe adquirir el 97,5% del petróleo que consume.
Luego, sostuvo que los impuestos sobre la importación o primera venta de combustibles existen desde hace mucho tiempo en Chile, al menos desde 1947, y por tanto no se trata de un gravamen transitorio que haya sido establecido en 1985 para reparar la infraestructura pública destruida por el sismo de ese año, como se ha difundido.
El ministro justificó la permanencia del IEC argumentando que permite financiar la infraestructura vial pública que no posee peaje, ayuda a corregir externalidades negativas del transporte (contaminación, congestión), es un tributo cuyo valor está por debajo del promedio de los países de la OCDE y tiene una gran progresividad porque afecta mayormente al quintil más rico, que gasta en bencina diez veces más que el quintil más pobre.
Finalmente, el titular de Hacienda detalló cómo ha operado hasta ahora el sistema de protección a los contribuyentes (SIPCO), enfatizando que ha contribuido a suavizar los precios de los combustibles frente a sus fuertes variaciones recientes.
En la ocasión también reparó en el detalle de que si a la fecha hubiera estado operativo el anterior Fondo de Estabilización (FEPCO), el gasto en subsidio fiscal a las gasolinas habría significado US$19 millones más que el SIPCO.
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